La mentalidad en el entrenamiento abarca una gran variedad de técnicas y estrategias mentales tales como la meditación, la visualización, el asesoramiento, y la hipnosis. Todos ellos persiguen un único objetivo, ayudar al atleta a hacer frente y prosperar en medio de los factores estresantes mentales del entrenamiento y la competición.
La formación mental está en aumento a la altura de la nutrición deportiva, la periodización, e incluso la recuperación. Se está convirtiendo rápidamente en que la parte mental es tan importante como la física.
“El potencial humano es ilimitado. Su mentalidad es fundamental para el éxito de su formación.”
El Dr. Carol Dweck esboza décadas de investigación que demuestran que la mentalidad adecuada es un requisito fundamental para expresar nuestro verdadero potencial atlético. Dweck identifica dos modos de pensar que los seres humanos experimentan en las tareas de aproximación a sus metas y logros: la mentalidad fija, y la mentalidad de crecimiento.
La mentalidad fija se caracteriza por la creencia de que las características y cualidades de una persona son inamovibles y no pueden ser cambiadas o mejoradas.
La mentalidad de crecimiento, por el contrario, cree que las cualidades son cultivadas con esfuerzo: Se pueden cambiar, por lo que el potencial humano es ilimitado.
Desafíos y obstáculos
Los atletas de mentalidad fija tienden a evitar el desafío, ya que consideran que corren el riesgo de desacreditar su capacidad natural. Estar en una mentalidad fija significa que el fracaso final es absoluto.
Por el contrario, un atleta con mentalidad de crecimiento ve un desafío como una oportunidad de mejorar. Cuando Michael Jordan abandonó su equipo de la escuela de secundaria, su madre lo retó a volver y disciplinarse. Jordan respondió practicando antes de ir a la escuela. Y creo que todos estamos de acuerdo en que su respuesta a ese desafío resultó bastante bien para él.
Cuando nos enfrentamos a un revés, un atleta de mentalidad fija se vuelve muy ansioso. Se reúnen el miedo a la inadecuación de los obstáculos y a no estar él mismo a la altura que pensaba previamente, y tiende a culpar de sus fracasos a estas causas, en lugar de a las deficiencias de actitud o trabajo por su parte.
Dweck a continuación, hace hincapié en que un atleta con una mentalidad de crecimiento no deja que los obstáculos aminoren su velocidad, y señala que hay ejemplos de esto en toda la historia del deporte.